En el año 1912 Joaquín Hortelano encargó al arquitecto Daniel Rubio la construcción del bello edificio frente a la Catedral de Albacete y caracterizado por una ecléctica fachada gótica con azulejos verdes que se conoce con el nombre de Casa de Hortelano.
Daniel Rubio era por aquel tiempo el arquitecto municipal y realizó el desaparecido mercado de abastos, con estructura de hierro y decoración floral de líneas curvas, y cubierta de vidrio, además del bello templete de música de la Feria de depurado gusto modernista o el emblemático edificio del Gran Hotel.
Fuera de nuestra ciudad este arquitecto también dejo constancia de su buen hacer en la participación en el Plan de ensanche de Málaga en 1929 o el edificio de la caja de ahorros de Antequera en 1932, basado en una singular mezcla de elementos manieristas, barrocos y neoclásicos junto a otros más modernos con un planteamiento general de edificio en esquina y en el que se quiere concentrar toda la atención en su chaflán de carácter monumentalista.
Volviendo a la Casa de Hortelano, el edificio, que consta de 450 metros cuadrados se convirtió con el tiempo en Casa Cuna y cuando en la década de los ochenta fue adquirido por el Patrimonio Arquitectónico del Ayuntamiento de Albacete, pasó a ser la sede del Consejo Social de la Universidad de Castilla-La Mancha y más tarde sede de la Policía Local.
La última remodelación que sufre hasta la fecha de hoy es a cargo de un proyecto liderado por los arquitectos sevillanos Miguel Hernández Valencia, Esther López Martín, Juliane Potter y Francisco José Domínguez Saborido que en el año 2003 presentaron su propuesta para las instalaciones del Museo Municipal de la Cuchillería de Albacete y cuyas obras comenzaron en el año 2004.